Bienvenidos
a este espacio destinado para aprender, descubrir, experimentar y disfrutar de
las infinitas posibilidades que brinda el Arte en sus múltiples manifestaciones
plástico-visuales. Esperando que sea de tu entera satisfacción y de mucho
provecho en la formación de tus conocimientos.
Att. Lic. Jhonny Llave Valeriano
Docente del
Área de: "Artes Plásticas y Visuales"
INTRODUCCIÓN
Hasta llegar el siglo XVI las
diferentes civilizaciones artísticas de Occidente se habían sucedido sin
sobresalto. En siglo XV, Gótico y Renacimiento habían vivido uno al lado del otro, en buena forma. Pero, a partir de
del siglo XVI, el arte occidental se dividirá en fuerzas contradictorias que esconden
ideologías diferentes.
Dos figuras vienen a encarnar las
ideologías opuestas: Erasmo y Lutero, el humanista y el profeta, el conciliador
y el revolucionario. Erasmo sueña con hacer entrar el Panteón en el Paraíso. No
viendo sino lo que las cosas tienen de común, lo intenta todo por salvar la
unidad espiritual de Europa. Lutero el hombre sediento de Dios, resucita del viejo fondo de la Edad Media la imagen del hombre débil, el hombre gimiente bajo el destino pecador que le impone un Dios
terrible.
Concepto de Renacimiento
Se denomina Renacimiento al periodo
de la historia europea, caracterizada por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. Con el
Renacimiento, el hombre centra toda su actividad, en el hombre como tal, es
decir después del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una libertad de espíritu, que le conducirá a la libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la naturaleza son otros aspectos importantes, además el Renacimiento estableció como fuentes de inspiración el equilibrio y la serenidad. Pero lo más característico
de esta época es la separación entre lo cívico y lo religioso.
Que fue el Renacimiento
Se denomina Renacimiento al
movimiento cultural que surge en Europa el siglo XIV, y que se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad
grecorromana. Este entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la
realización suprema de un ideal de perfección, se propone la limitación en
todos los ordenes, lo que explica el calificativo de Renacimiento, pues en
verdad, se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que
habían inspirado aquellos pueblos.
El Renacimiento, desde luego no fue
una simple exhumación de las artes antiguas. El interés por el arte
grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiro a una renovación en
todas las parcelas de la cultura humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etc... encaminada a la hechura de un hombre que fuera comprendido y
resumen de todas las perfecciones físicas e intelectuales. El hombre integral, el genio múltiple, en el que se concilian todas las ramas del saber en una actitud fecunda, fue la gran creación del Renacimiento que cristalizo en
figuras que mantienen viva la admiración atravez de los tiempos, como un
Leonardo da Vinci, un Miguel Angel, un Rafael.
Orígenes del Renacimiento
El renacimiento tuvo su origen en
Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI.
De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia. A lo largo de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre
la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la
Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las
letras. La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes
maestros surgen ya no solo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías
occidentales.
Pero el desarrollo normal de la
cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultaneo de las luchas
religiosas derivadas de la revolución protestante. Así, en Alemania, se corto el brote renacentista, al igual que en Francia con las guerras civiles de la segunda mitad de quinientos. Además en los países
adheridos a las confesiones protestantes, el credo iconoclasta de los nuevos evangelios suprimió la ocasión de ejercitar
el mecenazgo eclesiástico y, al menos en la pintura y la escultura, suprimió la temática abundante de los motivos
iconográficos, con la rara salvedad de los temas bíblicos.
LA PINTURA EN ITALIA Y SUS AUTORES
Llegada del Renacimiento a Italia
Con la llegada del Renacimiento
apareció una nueva e influyente clase social constituida por los humanistas. Hasta entonces, la Iglesia había condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia llegaba directamente al ciudadano, gracias al aristotelismo, en boga
durante los comienzos del Renacimiento. Ésta filosofía fue cediendo terreno al
platonismo y el arte empezó a basarse sobre la propia ciencia. La geometría y otras ramas de las matemáticas ocuparon un lugar esencial en la nueva concepción de la cultura, se
desecho el arte puramente lineal y se busco con ahínco la forma tridimensional.
La pintura italiana de los comienzos
del siglo XV es todavía narrativa y escoge los muros de las Iglesias. La
técnica, en especial con el fresco, es de gran sencillez. Sin embargo, con la
pintura al óleo, el artista abandona la limitada temática religiosa y se
complace en mostrar el esplendor de la forma, la luz y el espacio infinito.
SIGLOS XIII-XIV.
EL TRECENTO
EL TRECENTO
Escuela Florentina
El primer pintor de quien se tiene datos es Cimabue, del que se conservan dos tablas con igual motivo: Una
Virgen, en asiento de marfil, con el niño en brazos y rodeada de ángeles. Hay evidentes vestigios bizantinos, tanto en la simetría de la
composición como la expresión asombrada de los rostros, y el oro profuso del
fondo. Giotto de Bondone, se le debe el estudio directo de la naturaleza. Sus
figuras poseen emoción y movimiento. Sus obras más importantes son los
veintiocho frescos que tiene la Iglesia San Francisco de Asís.
Escuela Sienesa
Duccio di Buonisegna, es el primer
pintor sienes importante. Su obra capital es la Madona para la catedral, en la que trata de introducir alguna
expresión y realismo, aunque siga muy apegado a la rigidez iconita del arte bizantino. Su discípulo mas celebre fue Simone Martini, sabe dar a sus figuras
más gracia y soltura, como lo revela la encantadora Anunciación, del museo de
los Oficios.
SIGLO XV.
EL CUATTROCENTO
EL CUATTROCENTO
Escuela Florentina
Los artistas Gentile da Fabriano,
Paolo Ucello y Andrea del Castagno aportaron nuevos conocimientos y técnicas, y se plantean problemas de representación visual, como el de la perspectiva, que fue una
preocupación dominante entre los pintores de la época. Sin embargo, el arranque
de toda la pintura moderna es la obra de Masaccio, pintor que en su fugaz
existencia dejo ver las posibilidades de su talento en unos frescos que pinto
en la capilla Brancarrio de la Iglesia del Carmen, en Florencia. Muchas son las
cualidades que hacen de esta pintura un hito: El estudio directo de la
naturaleza, la fuerza de la pincelada, el impresionismo de efectos, la ilusión de luz, la expresión humana de los gesto. Por
primera vez en la pintura el aire envuelve a los cuerpos y se siente una atmósfera real. Masaccio observa la degradación de los colores por la distancia y se nota la influencia que la calidad de la tela tiene en la estructura de los pliegues. Interesado en hacer una pintura sólida, Masaccio
rechaza los colores brillantes y emplea blancos y negros para modelar los
cuerpos. De Masaccio parte la línea realista que, accidentalmente seguirá la
pintura italiana al alejarse del idealismo.
Escuela de Perusa
A la elegancia un poco dura de
Florencia, aparece Piero de la Francesa, su principal representante, se
intereso mucho por los problemas del claroscuro y perspectiva; en particular le
apasionaron los luminosos, pero no tanto por el efecto de la luz sobre las
cosas, como por la naturaleza de las mismas. Sus ensayos en este sentido llegan a dar la sensación de que sus figuras están
modeladas en material dotada de luz propia, intima, radiante. Los frescos como
la Leyenda de la Santa Cruz, en el ábside de la Iglesia de San Francisco, en
Arezzo, son una obra de arte en luminosidad.
Escuela Veneciana
Ésta escuela que empezó tardíamente
sobrevive a las de Florencia y Roma, agotadas en el siglo XVI. En siglo XVII
aun nos sorprende con un narrador espléndido, como Tiepolo, gran colorista y
con Guardi y Canaleto, que nos retratan la vida pintoresca de la Venecia
dieciochesca. El apogeo artístico de Venecia corresponde al siglo XVI, pero ya
en este destacan Gentil Bellini y su hermano Gian Bellini, que combinan las
ganas encendidas de Ticiano con un difuminado a lo Leonardo. Un pintor
siciliano establecido en Venecia, Antonello de Mesina sobresale por el fuerte
realismo de sus retratos, mientras que Capaccio, autor de la Leyenda de Santa
Ursula, se distingue en la realización de vastas composiciones de genero.
Escuela de Padua
El nombre de Andrés Mantegna sirve
por si solo para dar prestigio a esta escuela. Interesado en las cuestiones de
la representación visual del objeto, Mantegna presenta con frecuencia en sus
cuadros una dificultad perspectiva, que resuelve con elegancia. Sus impecables
escenarios arquitectónicos, tomados de la antigüedad, ofrecen puntos de fuga
muy a ras del suelo, huidas de línea hacia el centro del cuadro en prodigiosa
ilusión de profundidad. Los escorzos de sus figuras son, por el mismo motivo,
violentos y de complicada resolución dibujistica, como el extraordinario Cristo
Muerto.
SIGLO XVI.
EL CINQUECENTO
EL CINQUECENTO
Escuela Milanesa
Cuenta con un solo nombre, Leonardo
da Vinci, no fue solo pintor, dejo escritos interesantes sobre ingeniería, química, y otras ciencias; escultor, músico, escritor. La suavidad de las
formas, la delicadeza del color, el esmero en el detalle, el exquisito difuminado, el famoso esfumado
Leonardesco, la conjunción de sensualidad, la expresión lejana de sus ojos de
gruesos párpados, y la de las manos, elegantes y finas, son notas
inconfundibles de su estilo.
Los problemas técnicos torturaron a
Leonardo toda su vida. Por eso sus obras son escasas, y algunas a punto de
perderse por el deterioro de los materiales de empleo. Pocas pinturas habrán suscitado más comentarios que la celebre
Gioconda, de su corta producción se puede citar Santa Ana, La Virgen de las Rocas y La Ultima Cena pintada para el refectorio del convento de Santa María
de las Gracias en Milán.
Escuela Romana
Los más importantes son: Rafael
Sanzio y Miguel Angel.
Rafael, aunque vivió poco, dejo una
obra vasticima que significa la síntesis de las mejores cualidades de los pintores precedentes, unificadas y
reavivadas por u autentico genio de la fabulación plástica. De Masaccio aprende
Rafael a dar equilibrio a las figuras, de Leonardo la pureza del dibujo y los
secretos del difuminado; de Fra Bartolome la firmeza de la composición. Pero la
gracia, la riqueza narrativa, los traía el, para dar realidad a la constante
idea del Renacimiento.
El siglo XVI, señala el apogeo de la
pintura renacentista italiana y constituye una de las épocas más brillantes del
arte universal. No podía ser de otra manera con la coincidencia en el tiempo y
en el espacio de maestros de la talla de Leonardo da Vinci, Miguel Angel,
Rafael y Corregio.
Así como Florencia ejerció la
homogénea artística en la centuria anterior, ahora es Roma la que irradia al
mundo entero el poderoso influjo de estos artistas. Los pintores posteriores se
limitaron a seguir las normas trazadas por los grandes maestros.
LA PINTURA EN OTROS PAISES EUROPEOS
España
Aunque la pintura española de la baja
edad media acusa el influjo de las escuelas Sienesa y Florentina, hasta el
siglo XVI no puede hablarse de una arte contemporánea renacentista. Algunos
pintores españoles viajaron a Italia, mientras que artistas italianos fueron a
la Península Ibérica, y este intercambio unido a la influencia de los maestros
Flamencos, permitió la divulgación de las nuevas tendencias estéticas.
Portugal
Durante el siglo XVI, Portugal contó
con una escuela pictórica que se movió dentro de las normas del arte Flamenco,
pero acabo nacionalizándose. Los retratos de la iglesia de San Francisco están
firmados por Francisco Enríquez de quien apenas se tiene noticias.
Alemania
En la primera mitad del siglo XVI,
Alemania cuenta con varias figuras de primer nivelen la pintura universal. Los
artistas trabajan en este país para los burgueses y no para los de la corte, y
en el arte del grabado se encuentran abundantes temas civiles para complacer
precisamente a esta clase social.
Países Bajos
La influencia italiana también
alcanzo a estas tierras, reflejándose en los diversos trabajos de los grandes
maestros Flamencos. Avanzando el siglo XVI, como la escuela de brujas había
perdido la importancia que tenia, la de Amberes la sustituyó en el lugar que
ella ocupaba.
Francia
La pintura Francesa de esta época se
caracteriza por la acción de corrientes distintas: La italiana y la flamenca. Aunque en Francia
residieron temporalmente Leonardo da Vinci y Andrea del Sarto, en realidad la
influencia italiana se produjo en este país a raíz de la llegada de los
manieristas que difundieron el estilo de Parmesano y de Rafael.
CONCLUSION
El Renacimiento, es la consecuencia
de un interés por el pasado grecorromano, con el cual se buscaba volver a dar
vida a los ideales que habían inspirado a aquellos pueblos. De este movimiento
surgieron las grandes figuras como Leonardo da Vinci , Rafael y Miguel Angel,
que son los que mantienen viva nuestra admiración atravez de los tiempos.
Italia es donde surge el Renacimiento
en los siglos XIV, XV y logra su mayor apogeo a principios del siglo XVI. Este se extiende por Europa lentamente gracias a la
creación de universidades, escuelas y de las grandes construcciones como El
Escorial o El Louvre.
Cuando entre en Italia el
Renacimiento, se trata de buscar la forma tridimensional y desechar el arte
puramente lineal. En el quettrocento, en Florencia la pintura se vivió en un momento
culminante con la aparición de los primeros artistas y de las distintas
escuelas. El cinquecento representa la época más brillante del arte universal,
donde aparecen todos los grandes artistas.
Sandro Botticelli nació en Florencia
en 1445 y fue acusado anónimamente por actos de sodomía con uno de sus
ayudantes, en sus obras se pueden encontrar detalles que demuestran su
verdadera sexualidad.
Leonardo da Vinci nació en 1452 y a
los 24 años también fue acusado ante el tribunal por tener relaciones sexuales con sus ayudantes. Francesco Metzi vivió con Leonardo hasta su muerte y
heredo gran parte de sus bienes.
Miguel Angel Buonarroti conoció a
Tommaso Cavalieri cuando tenia 57 años, esta relación responde al ideal
platónico de un hombre maduro que ama a uno mucho más joven.
Rafael Sanzio nació en Urbino un 6 de
febrero de 1483, llego a Florencia cuando el Renacimiento estaba en la cúspide.
Nunca alcanzo a terminar su obra "Transfiguración", pero cuando murió
a la cabeza de su ataúd se encontraba la inconclusa obra.
El impacto del Renacimiento en países
como: España, Portugal, Alemania, Países Bajos y Francia, fue bastante duro, ya
que los artistas de esos países emigraron a Italia y luego regresaron a sus
países a imponer el Renacimiento italiano.
Lo que se quería demostrar con este trabajo, es la importancia que tuvieron los siglos XIV, XV, XVI y XVII, para
que en la actualidad no seamos unos ignorantes sin ningún tipo de cultura.
ARTISTAS SOBRESALIENTES DEL RENACIMIENTO
RAFAEL SANZIO
(Raffaello
Santi, también llamado Rafael Sanzio o Rafael de Urbino; Urbino, actual Italia,
1483 - Roma, 1520) Pintor y arquitecto italiano. Por su clasicismo equilibrado
y sereno basado en la perfección de la luz, la armonía en la composición y el
dominio de la perspectiva, la obra de Rafael Sanzio constituye, junto con la de
Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti, una de las más excelsas
realizaciones de los ideales estéticos del Renacimiento.
Su
padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las
ideas filosóficas de la época y en el arte de la pintura, pero falleció cuando
Rafael contaba once años; para ganarse la vida, a los diecisiete años trabajaba
ya como artista independiente. No se conoce con exactitud qué tipo de relación
mantuvo Rafael con Perugino, del que unos lo consideran discípulo y otros socio
o colaborador. Sea como fuere, lo cierto es que superó rápidamente a Perugino,
como se desprende de la comparación de sus Desposorios de la Virgen con
los de este último. Desde 1504 hasta 1508 trabajó fundamentalmente en
Florencia, en donde recibió la influencia del arte de Leonardo da Vinci
y Miguel Ángel.
De
entre sus obras de este período (El sueño del caballero, Las tres
Gracias), las más celebradas son sus variaciones sobre el tema de la Virgen
y la Sagrada Familia. Los personajes sagrados, dotados de cautivadores toques
de gracia, nobleza y ternura, están situados en un marco de paisajes sencillos
y tranquilos, intemporales. En estas telas, Rafael da muestras de su
inigualable talento para traducir a un lenguaje sencillo y asequible los temas
religiosos. Su maestría en la composición y la expresión y la característica
serenidad de su arte se despliegan ya en plenitud en la Madona del gran
duque, La bella jardinera o La Madona del jilguero, entre
otras obras.
En
1508, el papa Julio II lo llamó a Roma para que decorara sus aposentos en el
Vaticano. Aunque contaba sólo veinticinco años, era ya un pintor de enorme
reputación.
Entre
1509 y 1511 decoró la Estancia de la Signatura, donde pintó las figuras de la
Teología, la Filosofía, la Poesía y la Justicia en los cuatro medallones de la
bóveda, para desarrollar de forma alegórica estos mismos temas en cinco grandes
composiciones sobre las paredes: El triunfo de la Eucaristía, La
escuela de Atenas, El Parnaso, Gregorio IX promulgando las
Decretales y Triboniano remitiendo las pandectas a Justiniano, estas
dos últimas alusivas a la justicia. En un espacio de gran amplitud, organizado
con un perfecto sentido de la perspectiva, Rafael dispone una serie de grupos y
figuras, con un absoluto equilibrio de fuerzas y una sublime elegancia de
líneas. No se puede pedir mayor rigor compositivo ni un uso más magistral de la
perspectiva lineal.
En
la Estancia de Heliodoro, decorada de 1511 a 1514, Rafael desarrolló cuatro
temas históricos, acentuando en cada uno de ellos un rasgo plástico
determinado: el claroscuro en La liberación de San Pedro, la riqueza del
colorido en la Misa de Bolsena, etc. En la estancia del Incendio del
Borgo (1514-1517) predomina ya la aportación de los discípulos sobre la del
maestro, lo mismo que en la Estancia de Constantino, donde sólo la concepción
del conjunto corresponde a Rafael.
El
pintor simultaneó la decoración de las Estancias del Vaticano con la
realización de otras obras, como los frescos de El triunfo de Galatea
para la Villa Farnesina. A este período corresponden también numerosos cuadros
de la Virgen con el Niño, algo más solemnes y menos cautivadores que los de la
etapa florentina. Los retratos romanos, en cambio, superan en veracidad y
penetración psicológica a los florentinos. En ambos casos, el dibujo es de una
calidad inigualable y el colorido, discreto, servidor de la forma.
A
partir de 1518, Rafael se ocupó de la decoración de las Logias del Vaticano con
pequeñas escenas del Antiguo Testamento envueltas en paneles de grutescos. La
Transfiguración, última obra del artista, es considerada por algunos el
compendio perfecto de su arte. Sus trabajos arquitectónicos, de menor
importancia que los pictóricos, incluyeron la dirección de las obras de San
Pedro del Vaticano.
MIGUEL ÁNGEL BOUNARROTI
(Miguel
Ángel Buonarroti, en italiano Michelangelo; Caprese, actual Italia, 1475 -
Roma, 1564) Escultor, pintor y arquitecto italiano. Habitualmente se reconoce a
Miguel Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un hombre cuya
excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI y
cuya figura está en la base de la concepción del artista como un ser
excepcional, que rebasa ampliamente las convenciones ordinarias.
Durante
los cerca de setenta años que duró su carrera, Miguel Ángel cultivó por igual
la pintura, la escultura y la arquitectura, con resultados extraordinarios en
cada una de estas facetas artísticas. Sus coetáneos veían en las realizaciones
de Miguel Ángel una cualidad, denominada terribilità, a la que puede
atribuirse la grandeza de su genio; dicho término se refiere a aspectos como el
vigor físico, la intensidad emocional y el entusiasmo creativo, verdaderas
constantes en las obras de este creador que les confieren su grandeza y su
personalidad inimitables.
La
vida de Miguel Ángel transcurrió entre Florencia y Roma, ciudades en las que
dejó sus obras maestras. Aprendió pintura en el taller de Ghirlandaio y
escultura en el jardín de los Médicis, que habían reunido una excepcional
colección de estatuas antiguas. Dio sus primeros pasos haciendo copias de
frescos de Giotto
o de Masaccio
que le sirvieron para definir su estilo.
En
1496 se trasladó a Roma, donde realizó dos esculturas que lo proyectaron a la
fama: el Baco y la Piedad de San Pedro. Esta última, su obra
maestra de los años de juventud, es una escultura de gran belleza y de un
acabado impecable que refleja su maestría técnica. Al cabo de cinco años
regresó a Florencia, donde recibió diversos encargos, entre ellos el David,
el joven desnudo de cuatro metros de altura que representa la belleza perfecta
y sintetiza los valores del humanismo renacentista.
En
1505, cuando trabajaba en el cartón preparatorio de la Batalla de Cascina
(inconclusa) para el Palazzo Vecchio, el papa Julio II
lo llamó a Roma para que esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra
hasta 1545 y sólo terminó tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos;
dejó a medias varias estatuas de esclavos que se cuentan en la actualidad entre
sus realizaciones más admiradas, ya que permiten apreciar cómo extraía
literalmente de los bloques de mármol unas figuras que parecían estar ya
contenidas en ellos.
Julio
II le pidió también que decorase el techo de la Capilla Sixtina, encargo que
Miguel Ángel se resistió a aceptar, puesto que se consideraba ante todo un
escultor, pero que se convirtió finalmente en su creación más sublime.
Alrededor de las escenas centrales, que representan episodios del Génesis, se
despliega un conjunto de profetas, sibilas y jóvenes desnudos, en un todo
unitario dominado por dos cualidades esenciales: belleza física y energía
dinámica.
En
1516 regresó a Florencia para ocuparse de la fachada de San Lorenzo, obra que
le dio muchos quebraderos de cabeza y que por último no se realizó; pero el
artista proyectó para San Lorenzo dos obras magistrales: La capilla Medicea alberga dos sepulturas
que incluyen la estatua del difunto y las figuras magistrales del Día, la
Noche, la Aurora y el Crepúsculo.
LEONARDO DA VINCI
Considerado
el paradigma del homo universalis, del sabio renacentista versado en
todos los ámbitos del conocimiento humano, Leonardo da Vinci (1452-1519)
incursionó en campos tan variados como la aerodinámica, la hidráulica, la
anatomía, la botánica, la pintura, la escultura y la arquitectura, entre otros.
Sus investigaciones científicas fueron, en gran medida, olvidadas y
minusvaloradas por sus contemporáneos; su producción pictórica, en cambio, fue
de inmediato reconocida como la de un maestro capaz de materializar el ideal de
belleza en obras de turbadora sugestión y delicada poesía.
Leonardo
nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina,
Caterina (que se casó poco después con un artesano de la región), y de Ser
Piero, un rico notario florentino. Italia era entonces un mosaico de
ciudades-estado como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y feudos bajo
el poder de los príncipes o el papa. El Imperio romano de Oriente cayó en 1453
ante los turcos y apenas sobrevivía aún, muy reducido, el Sacro Imperio Romano
Germánico; era una época violenta en la que, sin embargo, el esplendor de las
cortes no tenía límites.
A
pesar de que su padre se casaría cuatro veces, sólo tuvo hijos (once en total,
con los que Leonardo entablaría pleitos por la herencia paterna) en sus dos
últimos matrimonios, por lo que el pequeño Leonardo se crió como hijo único. Su
enorme curiosidad se manifestó tempranamente: ya en la infancia dibujaba
animales mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda
observación del entorno natural en el que creció.
Consciente
del talento de su hijo, su padre le permitió ingresar como aprendiz en el
taller de Andrea del Verrocchio. A lo largo de los seis años que el gremio de
pintores prescribía como instrucción antes de ser reconocido como artista
libre, Leonardo aprendió pintura, escultura y técnicas y mecánicas de la
creación artística. El primer trabajo suyo del que se tiene certera noticia fue
la construcción de la esfera de cobre proyectada por Brunelleschi
para coronar la iglesia de Santa Maria dei Fiori. Junto al taller de
Verrocchio, además, se encontraba el de Antonio Pollaiuolo, en donde Leonardo
hizo sus primeros estudios de anatomía y, quizá, se inició también en el
conocimiento del latín y el griego.
Joven agraciado y vigoroso, Leonardo había heredado la fuerza física de la estirpe de su padre; es muy probable que fuera el modelo para la cabeza de San Miguel en el cuadro de Verrocchio Tobías y el ángel, de finos y bellos rasgos. Por lo demás, su gran imaginación creativa y la temprana pericia de su pincel no tardaron en superar a las de su maestro. En el Bautismo de Cristo, por ejemplo, los inspirados ángeles pintados por Leonardo contrastan con la brusquedad del Bautista hecho por Verrocchio.
Joven agraciado y vigoroso, Leonardo había heredado la fuerza física de la estirpe de su padre; es muy probable que fuera el modelo para la cabeza de San Miguel en el cuadro de Verrocchio Tobías y el ángel, de finos y bellos rasgos. Por lo demás, su gran imaginación creativa y la temprana pericia de su pincel no tardaron en superar a las de su maestro. En el Bautismo de Cristo, por ejemplo, los inspirados ángeles pintados por Leonardo contrastan con la brusquedad del Bautista hecho por Verrocchio.
El
joven discípulo utilizaba allí por vez primera una novedosa técnica recién
llegada de los Países Bajos: la pintura al óleo, que permitía una mayor
blandura en el trazo y una más profunda penetración en la tela. Además de los
extraordinarios dibujos y de la participación virtuosa en otros cuadros de su
maestro, sus grandes obras de este período son un San Jerónimo y el gran
panel La adoración de los Magos (ambos inconclusos), notables por el
innovador dinamismo otorgado por la destreza en los contrastes de rasgos, en la
composición geométrica de la escena y en el extraordinario manejo de la técnica
del claroscuro.
Florencia
era entonces una de las ciudades más ricas de Europa; las numerosas tejedurías
y los talleres de manufacturas de sedas y brocados de oriente y de lanas de
occidente la convertían en el gran centro comercial de la península itálica;
allí los Médicis habían establecido una corte cuyo esplendor debía no poco a
los artistas con que contaba. Pero cuando el joven Leonardo comprobó que no
conseguía de Lorenzo el Magnífico más que alabanzas a sus virtudes de buen
cortesano, a sus treinta años decidió buscar un horizonte más próspero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario